Desde su temprana niñez, Roberto exhibió grandes habilidades atléticas. En la escuela ganó competencias regionales, en una ocasión arrojando la jabalina a 190 pies-el récord mundial en 1953 era de poco más de 263 pies. También era muy veloz en la pista y competía en carreras cortas y carreras con vallas.
Pero su pasión era el béisbol.
A la edad de 14, poco más que un niño, Clemente jugaba al softball con hombres del equipo Sello Rojo, patrocinados por una importante empresa procesadora de arroz. Rápidamente escaló a una liga aficionada de béisbol de alta competitividad, jugando en un equipo conocido como Ferdinand Juncos.
La madre de Roberto quería que él estudiara ingeniería y esperaba que Roberto se abocara a esta profesión. Pero en 1952, antes de terminar la escuela secundaria, Roberto recibió una oferta de contrato para jugar profesionalmente al béisbol. La ingeniería tendría que esperar.
"Me olvidaba de comer por el béisbol. Una vez mi madre comenzó a quemar mi bate como castigo. Pero logré sacarlo del fuego y salvarlo."
—Roberto Clemente
—Roberto Clemente
"Su primer bate estaba hecho con una rama de guayabo, se improvisó un guante a partir de un saco de café y la pelota consistía en un sólido nudo de trapos."
—Karl Wagenheim, biógrafo
Clemente!
—Karl Wagenheim, biógrafo
Clemente!
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